Las habilidades personales determinan en gran medida el impacto del Controller en las organizaciones. Con independencia de la importancia de los conocimientos técnicos, el desarrollo de competencias blandas o soft skills es esencial en el impulso profesional de esta figura en los staff empresariales. Sin embargo, al reflexionar sobre el Controller y sus funcionalidades no se suele poner el foco en el autoconocimiento. Y es un gran error, porque el conocimiento de uno mismo es la base para incentivar la mejora del conjunto de cualidades de las que han de dotarse estos profesionales.
Mejora las relaciones interpersonales
Partimos de la consideración de que el autoconocimiento es la capacidad de introspección que tienen las personas para conocer en profundidad sus cualidades, defectos, fortalezas, limitaciones, emociones… Se trata de una herramienta imprescindible para desarrollar mejor nuestras cualidades, aumentar nuestra relación de aceptación y enriquecer las relaciones con otras personas, por ejemplo, los miembros de los distintos departamentos de la empresa.
Reduce el estrés y la ansiedad
Pero el autoconocimiento es una tarea que no resulta fácil. Requiere de tiempo, de motivación y de un gran esfuerzo. No obstante, merece la pena emprenderla porque permite comprender mejor las emociones, comportamientos y actitudes, lo que repercute de forma positiva en el nivel estrés y ansiedad cuando, ante situaciones complejas, hay que enfrentar la toma de decisiones.
Fluye la información
Por otro lado, mejorar las reacciones emocionales en situaciones de presión también tiene un efecto favorable en la relación que se establece con los equipos de trabajo. Y una de las consecuencias más visibles será que la transmisión de información entre el Controller y el resto de departamentos experimentará una clara mejora.
Influencia en el desempeño del Controller
Sin duda, es un proceso mediante el que las personas pueden descubrir las características y cualidades propias, tanto positivas como negativas, que influyen en la relación con ellas mismas y con el entorno. Pero centrémonos en explicar cómo influyen estas cuestiones en la figura del Controller.
Fortalezas y debilidades. Al profundizar en el autoconocimiento, el Controller conocerá sus debilidades y fortalezas, lo que le permitirá potenciar los aspectos positivos que considere necesarios para mejorar su entorno laboral. También para trabajar las debilidades detectadas y conseguir ser un mejor profesional. Este análisis repercutirá en una mayor capacidad por parte del Controller para obtener los resultados laborales que desea. Sus funciones y desempeño serán más eficientes, al tiempo que dispondrá de una visión más global y a largo plazo.
Emociones. Si comprende sus emociones, el Controller será consciente de su reacción ante determinadas circunstancias y aprenderá a manejar situaciones complejas tanto en sus relaciones con los equipos de trabajo como a la hora de la toma de decisiones de la organización. También tendrá la oportunidad de determinar qué emociones no son favorables para afrontar las dificultades en su ámbito laboral, y podrá redireccionarlas o cambiarlas para potenciar su crecimiento laboral.
Estrés y ansiedad. Conocerse en profundidad y controlar mejor las emociones y actitudes conlleva una mejora del nivel de estrés y ansiedad. De esta forma, en situaciones de toma de decisiones complejas y difíciles, el Controller será más consciente de cómo actúa o reacciona su mente y aumentará su control. Sin duda, será capaz de decidir con más calma y podrá detectar con mayor facilidad los inconvenientes y las ventajas de la resolución a tomar.
Relaciones interpersonales. El autoconocimiento también impulsa la capacidad de entender a los demás, de ahí que el Controller será capaz de subir a otro nivel la relación con su equipo de trabajo. Podrá establecer una comunicación más afectiva, empatizar con los miembros de su área y del resto de departamentos, así como comprender sus comportamientos. Cuando se producen estas mejoras en las relaciones interpersonales, se reflejan en una relación laboral más fluida.
Capacidad de empatizar. Conocerse a sí mismo favorece la capacidad de empatizar. Si el Controller es autocrítico y detecta sus debilidades, podrá desarrollar una mayor empatía con los miembros de la organización, puesto que será capaz de analizar los factores que influyen en las personas a la hora de desarrollar con eficiencia sus tareas en el trabajo. Además, incentiva el reconocimiento de que cualquiera pueda tener un mal día y la existencia de situaciones personales y anímicas que influyen en el desempeño del trabajo.
Metas más realistas. Si el Controller profundiza en el autoconocimiento, será capaz de establecer metas más realistas. Al desarrollar la competencia de analizar las debilidades y fortalezas, podrá alinearlas con sus capacidades y las del personal de apoyo.
Impactar positivamente en la organización
En definitiva, conocerse a uno mismo es una tarea ineludible para mejorar el desempeño propio y el del equipo de trabajo. Cuando el Controller trabaja en su autoconocimiento, aumenta su capacidad de impactar positivamente en sí mismo y en el resto del personal de la organización. Una circunstancia crucial a la hora de la toma de decisiones para alinearlas con la filosofía de la empresa y el personal con el fin de obtener los resultados más satisfactorios.
Patricia Valle
Auditora senior y CCA Certificate®