Es una realidad que nos encontramos ante una recesión mayor que la Crisis Financiera Global que sufrimos en 2008 y peor incluso que el Crac del 29, también conocida como la Gran Depresión. Pese a las medidas que están tomando todos los gobiernos para paliar la ralentización económica provocada por el coronavirus ya se vislumbran efectos en todo el mundo que afectan, sobre todo, a la reducción de los volúmenes de la producción mundial, a la disrupción de las cadenas de suministro y de distribución, así como al impacto financiero en los mercados de valores y las empresas.
Combatir los desequilibrios
En el nuevo marco de actuación generado por la pandemia, la figura del Controller adquiere en una posición más relevante si cabe en las organizaciones. Como responsables no solo de la rentabilidad sino también de la eficiencia de la empresa, desempeñan un papel crucial en los momentos de crisis para combatir lo más posible la incertidumbre, la inseguridad y los desequilibrios. Esta gran capacidad de actuación en las organizaciones es también fundamental para evitar un punto decisivo: la descapitalización de la empresa.
Mantener la liquidez
Si el mantenimiento de la liquidez es clave en condiciones normales, en una situación como la actual no podemos quedarnos sin liquidez. De hecho, el gran pecado de muchas empresas es no contar con una buena base de liquidez, no disponer de un fondo de emergencia creado en función de un porcentaje sobre las ventas anuales como hacen los gobiernos y muchas grandes empresas. Este es el motivo por el que ante un retraso en el pago de los proveedores o cualquier otro imprevisto, se puede poner en peligro la empresa, más aún en un momento en el que la pandemia por COVID-19 está sacudiendo tan ferozmente a las empresas.
El Controller cuenta con diferentes herramientas a las que recurrir para evitar que la empresa se quede sin liquidez en situaciones de alta incertidumbre como la actual, en la que además un gran porcentaje de empresas no están cubriendo ni siquiera los gastos fijos. Me refiero, en especial, a las que conforman el sector turístico.
Efecto devastador en el turismo
Si en el grueso de las compañías españolas la facturación ha disminuido de forma considerable, en las que operan en el ámbito del turismo, cuya su actividad está ligada en gran medida a la llegada de extranjeros, los efectos son devastadores. La anulación de la posibilidad de viajar al comienzo de la pandemia, que se volvió a hacer efectiva hace un par de meses, ha provocado que espacios como el aeropuerto de Málaga, en el que trabajo, se encuentre totalmente vacío, sin movimiento de pasajeros, con tiendas y cafeterías cerradas. Una circunstancia que vaticina un futuro oscuro para las empresas turísticas malagueñas y para todas las que, de forma directa o indirecta, se ven afectadas por el turismo en cualquier rincón de nuestra geografía.
Controller, pieza clave para la supervivencia
Así, el Controller se alza como la figura clave en este momento para garantizar la supervivencia de la empresa. Desde su posición, puede evaluar la situación financiera de la empresa, realizar presupuestos de forma semanal o mensual y actualizarlos con las cifras reales, ya que en un entorno tan cambiante no podemos trabajar con previsiones.
Préstamos y pagos
También es el responsable de analizar los préstamos y refinanciar las deudas en la medida de lo posible, puesto que hay disponibilidad de préstamos ICO que son una opción muy interesante y de fácil acceso para las empresas. Otra de su funciones es la gestión del ciclo de pagos a proveedores y clientes, así como intentar diferir las obligaciones fiscales. Todo, con el objeto de disponer de más flujo de tesorería.
Control del gasto
Reducir y eliminar los gastos innecesarios al máximo es otra de las tareas. También puede plantearse la opción de no repartir dividendos en el ejercicio afectado por la pandemia, sobre todo, si la empresa ha recurrido a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), ya que en la mayoría de los casos la compañía tendría que devolver las exoneraciones de los seguros sociales durante el tiempo de duración de este ERTE.
Socios capitalistas
Si con la utilización de estas herramientas la empresa aún no dispone de liquidez suficiente para aguantar hasta que pase esta crisis, debe plantearse la búsqueda de nuevos socios que aporten capital. En cuanto al personal, que es una de las mayores partidas de gasto de la empresa, recurrir a un ERTE por causa de fuerza mayor, a un ETOP por causas económicas, técnicas, organizativas y de producción o a un ERTE por impedimento de desarrollo de la actividad, ahorra a las empresas los costes de las nóminas y un porcentaje importante de los costes de seguridad social.
Disminución del stock
Asimismo, es fundamental disminuir el stock del que dispone la empresa y adecuarlo a la actual demanda. Por ejemplo, en la empresa de alquiler de coches en la que trabajo, hemos disminuido la flota de 1.400 vehículos a 350 en seis meses, lo que nos ha reportado un beneficio y la obtención de una parte de la liquidez que necesitamos. Al tiempo, hemos eliminado los costes de mantenimiento de esos coches que habrían estado parados y aparcados.
En empresas con sucursales o tiendas en diferentes emplazamientos, quizá ya no les sea rentable tenerlas todas abiertas. Y es que hay que estar enfocados en la liquidez. ¿Qué pasará si en enero entramos en una tercera ola?, ¿podrán los bancos seguir ofreciendo financiación si hemos obtenido pérdidas y no podemos dar garantías por la situación actual? Hay que tener en cuenta que si reducimos stock ahora, luego tendremos que incrementarlo de nuevo y necesitaremos financiación.
En conclusión, el Controller necesita adelantarse y asegurar que la empresa podrá seguir funcionando durante el tiempo que se extienda esta crisis y hasta que las empresas recuperen el ciclo “normal” de facturación, una labor que cada vez se presenta más complicada al estar dilatándose la crisis más allá de lo esperado. Este es nuestro reto.