Acelerar la transformación en la nube se está convirtiendo en una acción prioritaria. La razón: poder cumplir con las nuevas demandas de digitalización de servicios y procesos que ha traído consigo el COVID-19. Se trata de un hecho crucial que está provocando cambios estructurales en la agenda estratégica de la mayoría de las multinacionales en todo lo que se refiere al uso de las últimas tecnologías emergentes.
Pero ¿podemos decir que las organizaciones que dedican recursos relevantes a la inversión en estas tecnologías obtienen rendimientos sustancialmente mayores que las que no lo han hecho? La respuesta es un sí rotundo…
Data analytics para crecer más rápido
Ser una organización data-driven, que toma decisiones estratégicas basadas en el análisis de datos y su interpretación, es una de las iniciativas clave para la mayoría de las organizaciones en la actualidad. El mercado refleja con claridad que las organizaciones basadas en datos están creciendo más rápido que el resto.
Pese a esta realidad, aún se aprecia que la mayoría de las organizaciones tienen una madurez relativamente baja en data analytics (D&A). Ser data-driven no solo implica invertir en tecnología, infraestructura y la incorporación de científicos de datos al staff, también requiere cambios en la cultura, el modelo operativo organizacional e identificar el valor empresarial real a través de casos de uso relacionados con datos.
La clave, medir el valor que aporta D&A
Medir el valor de las iniciativas de D&A es una de las mayores oportunidades y desafíos a los que se enfrentan las organizaciones hoy para convertirse en líderes digitales. Los estudios indican que solo el 45% de las ellas pueden medir el valor que aporta el análisis de datos.
Un estudio realizado por KPMG Países Bajos muestra que el 95% de las organizaciones maduras miden el valor que obtienen de sus datos. Ser capaz de demostrar este valor dentro de una organización tiene una ventaja relevante: ayuda a desbloquear nuevas inversiones más fácilmente, lo que podría abrir aún más la brecha entre los líderes y las organizaciones emergentes.
Calidad y limpieza de datos
Cuando una organización se esfuerza por convertirse en data-driven, es esencial poder confiar en los datos en los que se basan sus decisiones. Aunque el análisis de la calidad de los datos y la limpieza de estos ha existido durante décadas, solo el 47% de las organizaciones holandesas indica que existe una estrategia definida para estas tareas. Una cuestión de suma importancia puesto que implica que los informes sean inconsistentes e inexactos y, en última instancia, provoquen una mala toma de decisiones.
Apostar por la gobernanza del dato
A medida que las organizaciones toman conciencia del valor de sus datos y de su administración de forma efectiva, se pone de manifiesto la necesidad de establecer un modelo avanzado de gobierno del dato. En el estudio citado, solo el 18% de las organizaciones menciona el uso de técnicas avanzadas de creación de perfiles y seguimiento, mientras que en torno al 50% asegura tener un repositorio central de metadatos y roles y responsabilidades establecidos para gobernar los datos de forma efectiva.
Dado que la tecnología es un componente integral de cualquier proceso de transformación, la arquitectura del dato es una pieza fundamental a considerar. Del mismo modo, el volumen y la velocidad creciente de los datos en las operaciones de nuestro día a día, ha convertido en esencial la utilización de técnicas modernas de procesamiento de datos y herramientas adecuadas para analizar y visualizar los mismos.
El informe de la consultora recoge que el 70% de las organizaciones holandesas afirma disponer de las herramientas adecuadas para cubrir toda la cadena de valor de los datos.
Mejora en los resultados
Por tanto, podemos decir que las organizaciones líderes y maduras en D&A logran mejores resultados. No solo en término de aumento de ingresos sino también en reducción de costes a través de la implementación de casos de uso relacionados con los datos.
¿Qué hacen estas organizaciones para destacar del resto? Lo fundamental es que en los últimos años han definido una estrategia integral del dato, los elementos organizacionales para dar el soporte y la han integrado en su cultura empresarial.
En conclusión, se trata de que las organizaciones:
Establezcan una estrategia de datos sólida y clara como punto de partida.
Realicen una gestión de valor en todo el ciclo de vida del dato.
Determinen el compromiso total de la alta dirección.