El Controller es una figura clave en la toma de decisiones estratégicas de una empresa, dado su conocimiento 360º del negocio, siendo el responsable de proporcionar información fundamentada externa e interna de la empresa, y predecir escenarios futuros. Es tan importante su presencia que esta figura ha llegado a ser definida como el mini-CEO de la empresa por grandes expertos como Santi Aliaga, CEO de Zyrcular Foods, director de Control de Gestión del grupo Vall Companys y miembro del Consejo Académico del CCA®.
Por este motivo, según Global Chartered Controller Institute, GCCI, entidad líder en la certificación de profesionales de control de gestión a través del Chartered Controller Analyst – CCA Certificate®, la acreditación más importante en control de gestión en España y Latinoamérica, este profesional debe ser considerado en 2023 como un elemento esencial en el organigrama de cualquier empresa, ya que es el garante de su supervivencia a medio y largo plazo.
Apoyarse en este rol para la gestión a corto, medio y largo plazo de las empresas es, por tanto, uno de los pasos más efectivos que pueden dar sus máximos dirigentes, ya que ejercen como punto de unión entre el negocio, la cadena de valor y la cuenta de resultados.
Funciones del control de gestión en las organizaciones
Este perfil profesional se encarga de llevar a cabo la planificación, el seguimiento y la evaluación del desempeño de la organización con relación a sus objetivos y metas estratégicas.
Además, y como decimos tiene la responsabilidad de proporcionar información de forma precisa y oportuna a la dirección para la toma de decisiones informadas, siendo capaces, como señala el eslogan del Instituto de Controllers, de analizar el pasado, gestionar el presente y predecir el futuro.
Por tanto, se trata de un rol que debe tener un perfil altamente cualificado y especializado en la materia, con conocimientos financieros y de analítica de negocio.
El Controller en el organigrama. Contacto directo con la alta dirección
El rol de control de gestión en la actualidad ha alcanzado la posición de business partner de la dirección general gracias al prestigio demostrado en los últimos años. Una reputación que se debe al hecho de haber contribuido a la continuidad de muchas organizaciones en un contexto económico global crítico como fue la crisis de 2008 y la posterior pandemia del coronavirus, que ha continuado con la invasión de Ucrania lo que ha hecho que actualmente nos enfrentemos a entornos dudosos, donde esta figura es fundamental para predecir escenarios futuros.
Esta importancia estratégica del Controller le permite situarse en un espacio privilegiado que le facilita su presencia en los consejos de dirección, una línea directa con la dirección ejecutiva de la compañía.
Al estar en uno de los escalones más elevados del organigrama empresarial, asumirá funciones de dirección en su área. Según Carlos Mallo, catedrático emérito de la Universidad Carlos III de Madrid y presidente honorífico del Instituto de Controllers, el director de control de gestión compartirá el mismo nivel jerárquico con otros responsables de departamento, que pueden ser:
- Dirección de recursos humanos
- Dirección financiera
- Dirección de compras y operaciones
- Dirección tecnológica
- Dirección de marketing
Esta posición tiene como principal valor añadido la de participar en el resto de las áreas de la forma más óptima posible. Además, podrá salvaguardar su independencia, algo que no ocurre si el profesional de control de gestión depende de otros directivos como el financiero.
El contacto con el resto de los departamentos y stakeholders del negocio permitirá a los Controllers, tal como destaca Carlos Secchi, CFO en Quantik (Uruguay), convertirse en los nuevos influencers de las organizaciones, perfiles que “generan confianza; tienen conocimientos expertos en un área y encuentran la forma de aplicarlos en la práctica, lo que hace que sus seguidores (followers) sientan la necesidad de consultarlos”.
Habilidades necesarias para el Controller en lo más alto del organigrama
El Controller deberá contar con dos habilidades clave de las consideradas soft skills, como son la comunicación y el liderazgo, las cuales le permitirán compartir y exponer con claridad las conclusiones que haya extraído del análisis de los miles de datos que genera la empresa a lo largo del año. Datos que, posteriormente, podrá convertir en soluciones estratégicas.
En este sentido, la formación continua es fundamental para que el Controller adquiera esas habilidades blandas y de carácter personal, pero también para tener conocimientos actualizados no solo en gestión financiera o de costes, sino también de gestión de riesgos, gestión de proyectos, etcétera, así como de analítica de datos y business intelligence, que facilita el éxito en el tránsito hacia la completa transformación digital de las organizaciones.
Los profesionales de control de gestión acreditados CCA® tienen garantizada esa formación continua con un amplio calendario de eventos on line y off line a lo largo de todo el año. Incluye workshops, conferencias, fórums de Controllers y un mínimo de dos webinars al mes.
Inteligencia artificial, blockchain, Power BI, modelos ESG o gestión de la liquidez con inflación son algunos de los temas de actualidad que se exponen en estos eventos formativos que contribuyen al desarrollo profesional del Controller. Puedes obtener más información en el Instituto de Controllers enviando un e-mail a info@globalcci.com o llamando por teléfono al +34 615 203 063.