Cualquier organización o entidad, pública o privada, tiene que contar con una herramienta básica para su desarrollo operativo y la consecución de objetivos estratégicos: el presupuesto. Y para su elaboración y posterior análisis de su cumplimiento es fundamental la participación del Controller.
En el blog de Global Chartered Controller Institute (GCCI), entidad que apuesta firmemente por el Control de Gestión en las empresas a través de la certificación CCA®, podemos leer dos artículos que explican de forma clara y sencilla las claves para elaborar de forma eficiente el presupuesto y el papel que desempeña el Controller en la planificación estratégica de las cuentas a medio y largo plazo.
Cómo diseñar el presupuesto de la empresa
Pablo Villamarín, Responsable de Control de Gestión en MAGNA (Grupo Roullier) y CCA Certificate®, destaca en uno de los artículos la importancia de la planificación estratégica para “determinar a largo plazo los objetivos que se establezcan en la organización”.
Este proceso de planificación presupuestaria debe empezar con el seguimiento y análisis de las operaciones que se hayan llevado a cabo previamente para identificar todo aquello que es susceptible de mejora. Según Pablo Villamarín, “a partir de aquí la planificación supone anticipar los resultados que se quieren conseguir y establecer las medidas necesarias para que se conviertan en realidad”.
En la planificación estratégica de la empresa también hay que distinguir entre los planes a corto plazo y los planes a largo plazo del presupuesto. Ambos están relacionados, ya que los planes a largo plazo deben concretarse en planes específicos a corto plazo de carácter anual.
Una de las principales ventajas de contar con un presupuesto es la posibilidad de hacer simulaciones con distintos escenarios y alternativas de negocio. De esta forma se pueden establecer las consecuencias derivadas de cada una de las decisiones. En base a estos resultados se podrán adoptar las mejores medidas y seguir el camino más indicado.
El control de las desviaciones presupuestarias es otra de las acciones que deben hacerse a través de los cuadros de mando y el reporting, para así poder hacer las actuaciones correctoras necesarias.
En definitiva, el presupuesto, en palabras de Pablo Villamarín, es la herramienta básica “en la que se concretan directrices, se desarrollan programas específicos y se establecerán todos los objetivos que servirán de base para medir y analizar los resultados de las diferentes áreas de la empresa”.
Puedes leer aquí el artículo completo.
La función del Controller en el presupuesto
Liderazgo y coordinación. Esa es la misión que tiene el Controller en la elaboración de la cuentas de la empresa. Nacho Irastorza, director financiero en Alsaplas, destaca en su artículo que esta figura debe encargarse de detallar “el plan operativo del siguiente año, así como los recursos para lograr los objetivos estratégicos marcados”.
El profesional del Control de Gestión tiene que evitar la visión del presupuesto como un simple conjunto de cifras de ventas o resultados a alcanzar. Su misión no es solo cuadrar cifras, sino que debe mirar más allá de los números.
Nacho Irastorza propone en el blog tres enfoques diferenciados a la hora de trabajar el presupuesto:
Base cero. Se desarrolla el presupuesto desde el principio sin contar con los datos del período anterior. Este método “obliga a realizar un proceso de planificación completo y a cuestionarse cada año dónde y cómo se pueden emplear de manera más eficaz los recursos económicos de la organización”.
Incremental. Es un enfoque más sencillo y rápido, ya que solo tiene en cuenta variaciones sobre el presupuesto anterior.
ABB (Activity Based Budget). Con este sistema se establece la demanda real de recursos de la empresa a partir del sistema de asignación de costes por actividades. De esta forma se mejoran las operaciones y se eliminan las que no aportan valor y suponen un consumo innecesario de recursos.
Según Nacho Irastorza, “la importancia de la figura del Controller a la hora de elaborar el presupuesto radica en imponer el enfoque que resulte más adecuado a la organización por encima de los deseos, más o menos fundados, de directores o inversores”. Por tanto, el experto en Control de Gestión hace un ejercicio de honestidad y conciencia que aporta la objetividad necesaria para tomar a cabo las mejores decisiones.