Las empresas de tipo familiar tienen una presencia clave en la economía mundial. Concretamente, representan casi el 90% del tejido empresarial. Sin embargo, solo el 30% pasan a la segunda generación, y un 15% a la tercera.
Estos datos demuestran que uno de los retos a los que se enfrentan este tipo de negocios es la propia sucesión. En relación a este aspecto, el informe “El poder regenerador de la empresa familiar”, elaborado por KPMG en colaboración con el consorcio global STEP Project y el Instituto de la Empresa Familiar, destaca que “uno de los aspectos diferenciales de las empresas familiares es su propósito de transmitir el legado a las próximas generaciones, lo que exige una adaptación continua al entorno social y económico, siempre cambiante”.
En este sentido, se destacan algunas preguntas que estas empresas deberían hacerse:
- “¿Los miembros de la familia comparten los valores y el propósito de la empresa?
- ¿Se sienten identificadas con el legado de la compañía?
- ¿A través de que mecanismos/actividades se les están transmitiendo estos valores a las nuevas generaciones?”
Precisamente, a la hora de afrontar el cambio generacional, se deben tener en cuenta los valores que defiende cada generación. Según el informe, “la generación denominada X manifiesta un mayor sentimiento de identidad con la empresa familiar y un elevado grado de vinculo o apego emocional al negocio. Por su parte, los millennials (26 a 40 años) muestran una orientación a la innovación y a la asunción de riesgos más pronunciada que el resto de los grupos”.
El emprendimiento, clave para la supervivencia de la empresa familiar
El emprendimiento es una de las principales dimensiones que conforman el desempeño de la empresa familiar. En este sentido, el estudio destaca un dato positivo sobre este tipo de empresas en el contexto español, y es que más de la mitad (el 52%) de las que han participado en la investigación de KPMG tienen un nivel de orientación hacia el emprendimiento muy elevado.
Los negocios familiares, por tanto, que tengan asumida la capacidad de emprendimiento contarán con una ventaja competitiva. Y para evaluar esa competencia, el informe señala dos aspectos a los que hay que prestar atención:
- Analizar en qué medida la familia se involucra en la empresa, y si ese compromiso se traduce en “una fuente singular de recursos y capacidades”.
- Confirmar si las prácticas, procesos y toma de decisiones demuestran que se hace una gestión de los recursos con visión emprendedora.
Para KPMG, la supervivencia de la empresa familiar dependerá, entre otros aspectos, de la capacidad de transmitir de generación en generación la habilidad para crear elementos que sean “fuentes de valor” y que permitan “superar los retos y aprovechar las oportunidades en cada momento”.
Además, para garantizar la sucesión (como garante de la supervivencia de la empresa), es importante que a las nuevas generaciones se les inculque el espíritu emprendedor del fundador de la organización, pero adaptándolo a la realidad y necesidades de cada tiempo.
Otras dimensiones del desempeño en la empresa familiar
Junto con la capacidad de emprendimiento, el buen funcionamiento en el presente (pero, especialmente, en el futuro) de la empresa familiar, también pasa por otras dimensiones que hay que tener en cuenta.
El estudio de KPMG destaca las siguientes:
- Resultados financieros. Aquí se incluyen datos relacionados con el crecimiento, tanto en ventas y cuota de mercado, rentabilidad o márgenes de beneficio, como en crecimiento en número de empleados. También destaca otro aspecto como el retorno de la inversión.
- Compromiso social con la igualdad y diversidad, así como con la reducción del impacto medioambiental.
- Desempeño no financiero. La unidad y fidelidad a la empresa por parte de los miembros de la familia contribuyen al desempeño no financiero, a las cuales también se suman el compromiso por parte de los clientes, la buena reputación dentro del sector empresarial al que pertenece la compañía o las habilidades y oportunidades de la siguiente generación, entre otros aspectos.
Formación para garantizar la continuidad de la empresa familiar
La capacidad de emprender como un factor de peso para garantizar la transmisión generacional es uno de los factores que explican la necesidad de aportar una formación específica para directivos, gerentes, Controllers y responsables de control de gestión o, en general, los profesionales que velen por los intereses de las empresas familiares y sus miembros.
Para dar respuesta a esta necesidad formativa, Global Chartered Controller Institute ha impulsado la 2ª edición del Programa en Empresas Familiares (Family Business). Es una formación on line que, entre otros objetivos, pretende:
- Conciliar la problemática del negocio con las del gobierno y sucesión, patrimonio y herencia.
- Mejorar la capacidad de innovación que permita adaptarse a los cambios del entorno.
- Conocer todos los elementos que intervienen en el desarrollo del negocio desde el punto de vista económico – financiero.
A la hora de gestionar la empresa familiar, conocer las experiencias de los propios profesionales que participan en ella es fundamental para tener una perspectiva completa de su ecosistema específico. Por este motivo, dentro de la metodología de aprendizaje de este programa – enfocada principalmente a la acción y la reflexión – tendrán especial importancia las ponencias de ejecutivos que estén en activo en este tipo de negocios.
El programa está orientado tanto a los Controllers acreditados con el Chartered Controller Analyst – CCA Certificate®, como a los profesionales que no cuenten con esta certificación.
Las clases se llevarán a cabo a través de sesiones virtuales en directo, y darán comienzo el próximo 20 de abril. Al finalizar el programa, los alumnos recibirán un certificado en negocios familiares por parte del Instituto de Controllers.
Los profesionales interesados en cursar el programa pueden inscribirse en esta página.