Si las empresas buscan optimizar su rendimiento, la transformación digital se ha convertido en un pilar fundamental para dicho objetivo. En este escenario, un buen sistema de control de gestión se debe adaptar a esa nueva realidad tecnológica para facilitar tanto un acceso más eficiente a los datos como un mejor análisis de los mismos.

Dentro de este proceso de digitalización integral, que ya es inevitable en el contexto global actual, el Controller de gestión juega un papel esencial, un rol que ha evolucionado más allá de la simple supervisión financiera.

Ahora, su visión abarca un campo mucho más amplio en el que el conocimiento de tecnologías y herramientas como la inteligencia artificial o el business intelligence se incluye dentro de formación.

Este profesional garantiza que los sistemas de control de gestión en las organizaciones sean manejados de manera eficiente. Gracias a su capacidad para analizar información crítica, el Controller facilita la toma de decisiones estratégicas, ayudando a mejorar la rentabilidad y eficiencia operativa de la organización.

¿Qué es un sistema de control de gestión?

Para definir con claridad el papel que debe cumplir un Controller con un sistema de control de gestión, se hace necesario establecer una definición clara.

Se puede destacar que es un sistema que aúna herramientas y protocolos, que deben funcionar con precisión milimétrica, para medir, evaluar y controlar el rendimiento de las empresas.

Una empresa moderna, adaptada al siglo XXI, contará con un departamento de control de gestión específico, que será el que analice este rendimiento en base a las metas y objetivos que se haya marcado antes la alta dirección.

Del resultado de este análisis derivarán las soluciones a los problemas surgidos, que incluirán tanto medidas resolutivas como otras que puedan ser preventivas. En este sentido, la visión predictiva del Controller es fundamental.

Sistema de información (SI), parte esencial de un sistema global de control de gestión

La información se concibe en la actualidad como un elemento ubicado al mismo nivel que los recursos considerados clásicos en una empresa, como los recursos humanos, los materiales y los financieros.

En este sentido, como un buen sistema de control de gestión tiene como uno de sus elementos centrales la información, que el Controller debe recopilar y analizar procedente de diferentes áreas de la organización, este tiene que incluir dentro de su paraguas jerárquico un sistema de información (SI).

Global Chartered Controller Institute define un SI como una serie de componentes que se interrelacionan entre sí para procesar, almacenar y distribuir información que, bien depurada, sirve para apoyar la toma de decisiones empresariales y contribuye a una mayor coordinación y control en la organización.

Los SI almacenan información entendida como datos que han sido procesados previamente para que sean entendibles por los humanos. Para comprender el funcionamiento de un SI, hay que tener en cuenta estas tres actividades básicas en las que se sustenta:

  • Entrada. En esta fase se recopilan datos del entorno de la empresa y desde los agentes externos con los que se relaciona
  • Procesamiento. Los datos recopilados se transforman para hacerlos entendibles.
  • Salida. En la última fase se distribuye la información a los responsables o equipos que la necesiten.

Existen diferentes tipos de SI, que se pueden clasificar según el nivel de la organización al que dan servicio:

  • Sistemas a nivel de operaciones: dan soporte en lo referente actividades que se pueden considerar básicas en la empresa (venta, recibos, etc.). Este tipo de sistemas responde a consultas rutinarias.
  • Sistemas de gerencia: en este caso, proporcionan a los mandos intermedios herramientas para monitorizar y controlar actividades diarias, con el objetivo de ayudar a la toma de decisiones.
  • Sistema a nivel estratégico: se trata de ayudar a la gerencia en la definición de estrategias a largo plazo. Para ello, este tipo de sistema de información, entre otros aspectos, identifica posibles cambios externos que puedan suponer una ventaja competitiva.

Un sistema de control de gestión integral incluirá estos tres SI interrelacionados, que estarán sujetos a un protocolo de funcionamiento pautado de forma estricta para garantizar su eficacia.

El Controller y su liderazgo en los sistemas de control de gestión

Una habilidad que resume a la perfección la responsabilidad del Controller de gestión es la del liderazgo, que debe ejercer en diferentes direcciones jerárquicas.

Por un lado, tenemos un liderazgo con el equipo de su propio departamento de control de gestión. Por otro lado, debe manejar una comunicación fluida con los responsables de otras áreas.

Y a nivel vertical, debe estar en contacto directo con la alta dirección de la empresa, a la que asesora en calidad de business partner del negocio.

Ese liderazgo del Controller de gestión le acompaña en su responsabilidad de diseñar, implementar y supervisar los sistemas de control de gestión dentro de la empresa.

De la eficiencia en la puesta en marcha de un sistema de este tipo dependerá, en gran medida, el éxito de la empresa en la consecución de sus objetivos estratégicos.

La importancia de la certificación en control de gestión

La puesta en marcha de un sistema de control de gestión eficiente depende, en gran medida, de los conocimientos, estrategias y habilidades de los profesionales que lo implementan. La certificación de referencia en España y Latinoamérica Chartered Controller Analyst – CCA Certificate®, impulsada por Global Chartered Controller Institute, garantiza que los Controllers de gestión cuentan con las competencias necesarias para afrontar los desafíos de la transformación digital y optimizar los procesos empresariales.

En un mundo cada vez más digitalizado, las empresas que apuesten por la formación de sus Controllers en tecnologías avanzadas y análisis de datos lograrán una ventaja competitiva sostenible. La adaptación de los sistemas de control de gestión a las nuevas herramientas digitales no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también impulsa la toma de decisiones estratégicas basadas en información precisa y actualizada.